Llega el buen tiempo y con él las prisas por empezar la operación bikini. Quizá, ya vayamos un poco tarde, y tanta sesión de palomitas y NETFLIX nos haya pasado un poco de factura, pero nunca es tarde si el hábito es bueno.
Aunque ahora anochezca más tarde y no nos cause tanta pereza realizar actividades fuera, siempre podemos encontrar un el espacio perfecto en casa para hacer deporte. Te indicamos unas sencillas pautas para que empezar a ponerte en forma no te cueste horrores.
- Define un espacio de trabajo.
Es importante que escojas una parte de casa con espacio suficiente para poder realizar tus ejercicios. Además, lo puedes acondicionar con una esterilla y todo el material que requieras. Estar cómodos y con el espacio suficiente es fundamental para el éxito de cualquier práctica. Sino cuentas con una habitación vacía, siempre puedes mover alguna cosa de sitio para acondicionarlo. Eso sí, intenta que no te resulte demasiado farragoso, o te cansarás pronto de mover mobiliario y por ende, del deporte.
- Busca vídeos o tutoriales que te ayuden.
Lo mejor es tener una tabla realizada por un profesional y que nos oriente con nuestros ejercicios, pero si no es el caso, siempre puedes tirar de internet. Hay infinidad de tutoriales y clases dirigidas que puedes seguir, siempre sin extralimitarse, controlando movimientos y siendo conscientes de nuestras limitaciones. Además, puedes animarte con disciplinas como el yoga o el pilates.
- Busca ese algo que te motive.
Al principio siempre cuesta. Se trata de una cuestión de habituarnos a una actividad, por eso debemos encontrar el factor motivador. Bien sea la actividad en sí, la música, el reto propuesto, siempre real, o cualquier otro factor que nos sirva para querer ponernos manos a la obra y convertirlo en rutina. Y sobre todo, siéntete cómoda. No hagas esto porque busques resultados milagroso, sino porque te ayude a despejar tu mente, a encontrar un rato para ti o simplemente, a sentirte mejor contigo misma. ¡Ánimo!